Aunque a primera vista parece lo que promete, una novela gótica para mayores de 12 años, en realidad es mucho más que eso. Cierto que la protagonista es una niña aislada por sus compañeros que investiga un crimen junto a su único amigo, pero en realidad esos crímenes son sórdidos y preocupantes, y destaca especialmente la naturalidad con la que la niña se toma esas macabras experiencias. Además también podemos apreciar en primera fila los problemas familiares de sus padres, agravados por las diferencias culturales entre ambos, y apreciar el casi indeleble e indefinible poso que dejó el nazismo en ese pequeño pueblecito aparentemente encantador, que encierra mucha más suciedad de lo que parece. Yo lo recomendaría para adultos, más que para niños.
hace 13 años