La historia del cerdito que acaba cimentado en la acera de una gran ciudad surge de la imaginación de Arnold Lobel como otros relatos entrañables, sencillos y hermosos de los que también es autor, como Historias de ratones, publicado igualmente por KALANDRAKA. Su obra se caracteriza por la búsqueda de los acentos personales, las emociones básicas y los ambientes cotidianos. De ahí la concisión de su estilo literario, a base de palabras esenciales, como la condición humana que intenta plasmar. Una acción tan inocente y a la vez contradictoria como la limpieza de una pocilga, desencadena una serie de despropósitos que convierten al cerdito en el protagonista de una compleja operación de rescate. Su desventura nos conmueve, pero al mismo tiempo nos hace sonreír. Las ilustraciones redundan en ese sentido del humor, llevándonos del campo a la ciudad, en un viaje de ida y vuelta inolvidable.