Hace menos de un mes, les comenté que me había topado con una escritora inglesa, desconocida para mí, pero muy reconocida en otros lares por sus novelas policíacas, protagonizadas por Jack Caffery - un joven policía, atractivo, compulsivo, bebedor, incapacitado para mantener relaciones afectivas- que carga sobre sus espaldas la desaparición de su hermano mayor, que a los nueve años fue una presunta víctima de un pederasta, vecino de la casa de sus padres, lo que le provocó una obsesión, a tal punto que eligió ser policía para capturarlo, y desentrañar el destino de su hermano mayor. La novela que les reseñé en marzo, fue "El ritual”, tercera de la serie, una novela policiaca que mezcla ciencia, ritos y supersticiones tribales africanas, drogas, programas de rehabilitación, y cuyo resultado es un thriller que te mantiene enganchado desde su inicio, y con un final, que cuando menos para mi, fue inesperado, porque nunca logré reconocer, hasta el mero mero final, quién era el culpable. De tan buena, busqué, hasta que las encontré, las primeras dos novelas de la saga: “El caso Birdman”, que es la que les voy a comentar en esta pequeña reseña, y “El tratamiento”, que merece un poco más. La sinopsis del libro nos dice: “Greenwich, al sudeste de Londres. El inspector Jack Caffery; joven, compulsivo, impasible; acude al lugar donde se ha cometido uno de los crímenes más espantosos que jamás ha visto. Cinco prostitutas han sido asesinadas de manera ritual y arrojadas a un descampado cerca del Millenium Dome. Las autopsias posteriores revelan la existencia de una truculenta firma que vincula a todas las víctimas. Caffery se da cuenta pronto de que está tras la pista de una de las figuras delictivas más peligrosas: un asesino serial. Molesto por la desconfianza hacia él dentro de las fuerzas policiales, y obsesionado por el recuerdo de la desaparición de su hermano, Caffery utiliza todas las armas que la ciencia forense le ofrece para cazar al asesino. Sabe que solamente es cuestión de tiempo que ese sádico criminal actúe de nuevo. Una novela negra con todos los ingredientes propios de las mismas: un crimen espeluznante, una investigación difícil, un detective con una carga del pasado, una historia de amor complicada... Todos estos elementos forman un relato que engancha desde el principio y que mantienen en vilo al lector hasta la última página. Les tengo que avisar que hay escenas de los crímenes muy explícitas, con mucha dureza que ponen los pelos de punta. Aún así es un libro que no puedes dejar de leer. Cuando crees que las cosas se resuelven la historia da un giro inesperado y otra vez te ves envuelto en una investigación contra reloj. Ante todo hay que evitar que el asesino siga actuando. Me ha gustado mucho y, lo mejor, he estado en vilo durante toda la novela.” Muy recomendable, dura, nos muestra las motivaciones del Inspector Jack Caffery, la terminación de su relación con Veronica y el inicio de la relación con Rebeca. Mañana, les platico de "El tratamiento". Está, está gruesa !
hace 4 años