Había una vez un búho llamado Plop que tenía miedo de la oscuridad, sus padres le decían que no debía tenerle temor. Sin embargo él no quería ser un pájaro de la noche. Su mamá lo mandó a que le preguntara al niño que estaba recogiendo leña en el bosque qué opinaba de la oscuridad, el niño respondió que la noche es emocionante por los juegos pirotécnicos. Siguió preguntando a varias personas y opinaron que la oscuridad era: amable, divertida, necesaria, fascinante, maravillosa y bella. Luego su papá lo invitó para ir de cacería pero él no quería, entonces su padre decidió irse. Plop se quedó solo en su nido pensando sobre los consejos que cada uno de sus amigos le dijeron sobre la oscuridad, después de meditar se dio cuenta de que no había porqué tenerle miedo a la oscuridad y Plop con mucha seguridad llamó a sus padres para contarles que ya no tenía miedo y decidió ir de cacería con ellos.