2003. Guillem descubre un cadáver en un piso mientras trabaja como cartero. Se obsesiona tanto con el asesino que acaba suplantándolo. Comienza entonces una carrera criminal de violencia y muerte sin que la inspectora Isabel Velasco, la policía encargada del caso, consiga darle caza.
2019. Guillem vuelve a matar. Como hacía antaño, pone un sello de lacre a cada una de sus víctimas. Pero la intención de Guillem es muy diferente esta vez: quiere que la inspectora Velasco lo atrape. ¿Por qué? ¿Cuáles son sus verdaderas motivaciones? ¿Y qué está dispuesta a sacrificar Velasco para cerrar el caso?
Solo hay una certeza en este juego del gato y el ratón en el que nada es lo que parece. Cuando los caminos de Guillem y Velasco se crucen por fin, nadie saldrá indemne.