Este ensayo estudia los frescos que entre 1338 y 1340 pintara Ambrogio Lorenzetti para la Sala dei Nove del Palazzo Comunale de Siena. La lectura minuciosa de las imágenes de Lorenzetti permite a Skinner localizar la fuente de inspiración del artista en la recepción que en el Duecento y Trecento efectúan de la obra de Cicerón, Séneca, Salustio y otros clásicos de la República romana, los Guillaume Perrault, Giovanni da Viterbo o Brunetto Latini. Esto da pie para demostrar la existencia en el prerrenacimiento de una corriente de pensamiento que tendría en lo cívico el motivo central de su discurso político.