Culminación de la producción filosófico-cristiana de Søren Kierkegaard, este libro, aparecido en 1850 bajo el pseudónimo de Anti-Climacus, representa en la intención de su autor «un ensayo para la extensión del cristianismo en la cristiandad» formando parte de su lucha por recuperar la originalidad de la existencia cristiana. La exigencia de ser cristiano es aquí «decididamente enunciada, descrita y oída»: la «contemporaneidad es la condición de la fe, y dicho con mayor exactitud, es la fe misma».