Me llamo Cande Lumbreras y tengo diez años. Cuando me preguntan qué quiero ser de mayor, siempre respondo: «Detective privado, como mi padre». Has acertado: mi padre es el famoso Justino Lumbreras. Después de ser contable y antes de ser famoso, mi padre las pasó canutas. Fue el caso del robo en la biblioteca de la baronesa von Bitter el que lo lanzó al estrellato, aunque a punto estuvo de estrellarse en el camino. Por suerte, mi padre contaba con la ayuda de su hija pequeña, es decir, yo, y con mis amigos Eduardo y Lucía. La cosa sucedió así: un buen día la baronesa descubrió que en su biblioteca faltaba un libro muy valioso, por su antigüedad y porque era un regalo de su difunto esposo. Realmente era un caso complicado y envuelto en un gran misterio. Pero es un poco largo de contar. Si de verdad te interesa esta historia, empieza a leer y comprobarás que la fama de mi padre es más que merecida. Su lectura está recomendada a partir de 10 años.