«Mis lunares y cicatrices me acompañarán siempre. No desaparecerán como desaparece la fiebre o el acné. No puedo teñirlas como quien se tiñe el pelo de colores. Y, lo más importante, no quiero taparlas ni disimularlas. Juguemos a hacer magia con las palabras. Cambia lunares y cicatrices por lo que quieras: michelines, estrías, verrugas, celulitis, kilos... No importa cuál sea tu complejo o tu dolor: Desde mi piel es mi historia, pero también la tuya.» La prueba de que la piel puede ser un mapa plagado de estrellas. Edad recomendada: juvenil.