Años de leal servicio a la madre Rusia y una ferviente admiración por el zar no han podido evitar que el conde Nikolai Diakonov sea condenado a un vergonzante exilio en París. Como única compañía le siguen una esposa enferma y su ayudante Alexander Camenski, un entusiasta admirador de Hegel. Parece evidente que el conde ha sido víctima de un complot. Pero ¿quién sería capaz de traicionarle y por qué? Nikolai Diakonov recibe la visita de su nieta Laura, una joven inglesa más centrada en la vida de los demás que en ella misma, con quien deberá tomar un tren que les conducirá hacia el norte de Francia. Durante el trayecto, que durará cuatro largos días, conocerán a Chuvinov, un joven revolucionario hijo de un viejo amigo del conde, quien parece haber corrido la misma suerte que él. Juntos conseguirán deshacer el misterio de tan desagradables sucesos, pero las vidas de estos tres formidables personajes no volverán a ser nunca las mismas. A principios del s. XX el régimen zarista toca a su fin. Una nueva Rusia está a punto de nacer.