La novela gráfica "Camino a la Perdición", en la que se basó la película protagonizada por Tom Hanks y que fue también uno de los últimos trabajos de Paul Newman, es una obra intensa, en blanco y negro (como pide una historia de gángsters), y que no ahorra en violencia. La historia de la relación del padre y del hijo, que huyen de la mafia al tiempo que el padre busca culminar su venganza, está llena de matices, con unos diálogos secos, austeros y certeros, pero no exentos de emoción. A ello también contribuye un dibujo realista, en el que destacan los primeros planos de los personajes, y que retratan con mucho acierto las emociones internas de los mismos. "Camino a la Perdición" consituye una buena historia de género negro (realmente, muy cinematográfica), en la que también destaca como un punto positivo la falta de coartadas morales del protagonista, que no se engaña respecto a su condición de asesino a sueldo, por la que no espera ni desea ningún tipo de reconocimiento propio del aura mítica que muy a menudo rodea a los criminales de la época de la Depresión.
hace 13 años
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