Desde el Imperio romano cristiano hasta nuestros días, las relaciones entre política, religión y economía han sido complejas. La fractura entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe, las persecuciones, la caza de brujas, las intrigas, la Inquisición, la superstición, las matanzas y las guerras, conforman una historia que deviene en los fundamentalismos y en el orden global capitalista.