“Los guerrilleros suicidas que atacaron Washington y Nueva York el 11 de septiembre de 2001 hicieron algo más que matar a miles de civiles y demoler el World Trade Center. Destruyeron el mito dominante de Occidente.” Así comienza John Gray este breve e intenso libro que trata sobre la creencia que ha dominado nuestras mentes durante un siglo y medio: la idea de que ser un ciudadano moderno significa también ser más amistoso y razonable. Pero nada podría estar más lejos de la verdad, argumenta Gray. Al Qaeda, por ejemplo, es un producto de la modernidad y de la globalización, y no será el último grupo terrorista que utilice los productos del mundo moderno para conseguir sus objetivos.