Una librería con magia de Thomas Montasser comienza cuando Valerie ha de hacerse cargo de la librería de su tía, que ha desparecido dejando sólo una nota en la que la nombra responsable del negocio.
Hasta ese momento, Valerie pensaba que una librería era un lugar dónde se venden libros y un librero el encargo de venderlos. Pero cuando empieza a intentar ordenar el caos que reina en la librería se da cuenta de que estaba muy equivocada…
Como lectora, Valerie descubre que cada libro esconde una historia que puede conseguir animarte, entristecerte, hacerte viajar a mundos que ni imaginabas u olvidar los problemas de cada día.
Como librera aprende la importancia de encontrar la persona adecuada para cada libro. Cada cliente necesita un libro especial, bien por su encuadernación, por la forma en que está impreso o porque necesita un determinado tipo de historia en el preciso instante que entra a la librería.
Una historia que habla del amor por los libros y que recomienda muchas lecturas, desde poetas persas a autores actuales. Y también una historia que nos hace ver el duro trabajo del librero y las penurias económicas a las que se enfrentan.
Un trabajo, el del librero, que en muchas ocasiones, alegra la vida de sus clientes eligiendo para ellos la historia que necesitan. Y que se acabará perdiendo porque el lugar de las librerías está siendo usurpado por grandes franquicias en las que ciertamente, puedes encontrar mucha más oferta editorial pero que no tienen el encanto de que te atienda una persona que sí ha leído el libro que estás buscando y puede aconsejarte si te gustará o no.
La moraleja del libro es que cada persona ha de encontrar su libro, su librería y a veces, si tiene suerte, el libro que contiene su destino.
hace 8 años
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