Cuando los hermanos Liv, Ellen y Håkon, junto con sus parejas e hijos, se reúnen alrededor de la mesa en algún lugar de las afueras de Roma para celebrar el 70 cumpleaños de papá y abuelo Håkon se produce un terremoto silencioso. Siguen la conmoción y la incredulidad, mientras los tres hijos adultos intentan hacer frente a la decisión de sus padres. No solo afecta su relación como hermanos, sino que resuena en los hogares que han construido para ellos mismos, además de obligarlos a reconstruir su narrativa compartida sobre su educación y su historia familiar. Helga Flatland escribe magistralmente esta historia, con una rara perspicacia psicológica, humor y un impulso narrativo casi cinematográfico.