Última salida para Brooklyn, uno de los libros más míticos de la literatura norteamericana de los últimos decenios, es a la vez una original obra narrativa y un documento atroz de la vida en la zona más salvaje de la jungla neoyorquina. Pocos libros suscitaron opiniones tan extremas como éste cuando se publicó por primera vez, en 1964, desde la más rendida admiración (se le llamó «un Viaje al fin de la noche americana, despojado de grasa») hasta el furor ciego. En Inglaterra el libro fue condenado por obscenidad en un sonado proceso en el que fueron testigos de la defensa Frank Kermode, John Arden, Eric Mottram, Anthony Burgess y Kenneth Alsop. El veredicto fue finalmente revocado en una histórica sentencia que alineó Última salida con El amante de Lady Chatterley y Ulises, víctimas también de la censura de su época.