Tinieblas de Fernando Gamboa es la continuación de Capitán Riley. La historia comienza pocas semanas después del final del primer libro y en esta ocasión tanto Riley como el resto de su tripulación han de participar, junto a un invitado forzoso, en una misión de la OIN que tendrá lugar en Santa Isabel, una colonia española en África. Embarcarse en el Pingarrón junto a Riley, Julie, Carmen, Marco, Julie y César parece emocionante, ¿verdad? Un viaje transoceánico, llegar a puerto, cumplir con tu misión y volver a casa como un héroe. Pero si es Fernando quien escribe la historia, las cosas nunca salen como estaban planeadas… El principio del libro es terrorífico. Tanto que te hace pensar si el autor se ha pasado al lado oscuro de la fuerza y ha decidido matar a todos sus lectores de un infarto. No olvidéis tener a mano una buena provisión de tila. Por vuestro bien… Tras un pequeño respiro, mientras el barco llega al puerto, todo es posible: espías, traidores, tormentas, fantasmas, ataques de hipopótamos, caníbales, atrocidades…. Si habéis leído algún libro de Fernando antes ya sabéis a qué me refiero, ¿verdad? Teóricamente, era complicado que el autor consiguiera superar el listón que se puso a sí mismo con Riley. Pero igual que pasó, a mi parecer, con la saga de Ulises Vidal, este nuevo libro supera al anterior, con creces. ¿Por qué? Porque además de sumirnos en una vorágine que nos lleva de un lugar a otro de África en un viaje lleno de peligros, el autor nos describe las atrocidades cometidas contra los nativos del lugar en su afán por colonizarlos y también los intereses ocultos tras las alianzas de guerra. Nada es lo que parece… En esta ocasión, los personajes de Carmen y Julie cogen más peso en la historia en detrimento de César y Marco. Ambas mujeres demuestran ser tan aguerridas o más que el resto de la tripulación y no se achantan ante los mil y un problemas que se van encontrando. Algo que me gusta mucho de los libros de Gamboa ya que nunca encontrarás en sus libros personajes femeninos esperando ser rescatadas por el héroe de turno. Para mí, Fernando Gamboa, es el Julio de Verne del siglo XXI. No por ser un visionario, aunque alguna que otra anécdota curiosa hay con sus libros, sino porque al igual que me pasaba con Verne cuando era pequeña, disfruto como una enana con sus aventuras. Aunque a veces, muchas en realidad, te preguntes, cómo demonios van a salir los protagonistas del embrollo en el que los ha metido… ¿Mi calificación del libro? 9,99. ¿Por qué no un 10? Pues porque ayer me dieron las 3 de la mañana terminando el libro. Y hoy parezco un curioso oso panda… Se le olvidó poner la advertencia de leer con moderación, causa insomnio.