Descubrí a Robin Cook con esta novela y lo primero que me pregunté fue: a quién puede gustarle esto? Como historia de suspenso, o pseudopolicial, tiene el peor de los defectos: en las primeras 50 páginas el lector ya sabe exactamente qué es lo que ocurre. Solo la protagonista parece ser lo bastante estúpida para no darse cuenta de nada, confiar siempre en quien no debe y meterse cada vez más en "la boca del lobo". El lenguaje médico con que Cook adorna la novela no logra enmascarar lo que es: una mala historia, paupérrima. Luego de sufrir con esta novela cometí el error de probar fortuna con "Coma", del mismo autor, para ver si había tenido mala suerte en la elección de esta novela y las otras obras de Cook eran mejores, pero descubrí que no solo esa novela era igual de mala, sino que sus argumentos estaban prácticamente calcados. Un autor que no sólo no sabe narrar, sino que hasta se plagia a sí mismo. Un verdadero fiasco, en suma.
hace 9 años