El precario equilibrio en la vida de Amelia, una madre de dos adolescentes, divorciada y con trabajo a jornada completa, empieza a desmoronarse con la llegada a la casa familiar de su madre Petra. La anciana trae consigo una lesión en el brazo y otras cosas más incomprensibles: personas que sólo ella ve, temores que sólo ella siente, voces que le hablan desde un teléfono sin conexión. Mientras la vida de Amelia se deshace por la presión del día a día, algo distinto va creciendo en aquella casa, en sus cimientos.