Novela dolorosa pero catartica para la autora. Me ha descubierto una escritora que me interesa. Muy recomendable.
hace 1 añoEn esta novela hay veranos, cigarrillos, piscinas, hospitales, caballos, azulejos, cemento, arena, cartas, plantas, fuego, vacaciones, amores, mentiras, verdades, vergüenzas... y también alcohol, que lo impregna todo, estropeándolo y deformándolo. Porque el padre es alcohólico. Y ella, la hija de un alcohólico. Pero ¿qué más hay detrás de ese hombre que vendía materiales de construcción y fabricaba muebles reciclando palés? A pesar de haber vivido en la misma casa durante muchos años, padre e hija apenas tienen trato. No se hablan ni se tocan, pero las miradas, los olores y los sonidos les sirven de vínculo. Y el silencio, eso que no se quiere y no se puede decir, es más un campo de batalla que una fortaleza.
En su primera novela, Eider Rodríguez ha recogido los fragmentos de un padre para reconstruir, desde diferentes perspectivas y con un estilo brutal y descarnado, el relato de una familia, de una época y de un lugar, sacando a la luz los cauces subterráneos por los que circulan el amor y la vida dentro de los estrechos márgenes del entorno familiar.
Novela dolorosa pero catartica para la autora. Me ha descubierto una escritora que me interesa. Muy recomendable.
hace 1 añoRelato sobre el demoledor efecto que tiene el alcoholismo paterno sobre el entorno familiar, especialmente en los hijos. Pese al pesimismo y rencor que transcribe la autora (hacia sí misma y hacia los demás) recomendaría su lectura.
hace 1 año