Aun no lo he terminado. Es el segundo libro que leo de este autor y la primera vez que experimento esta situación. A pesar de no haberlo terminado aún, no me está gustando la narración que hay de y hacia niñas con 11 años. Que sí, que en el año 300 d.c era así, vale, pero no es el primer libro basando en la época Romana que leo y en ninguno se relata de la manera que se relata en este cómo un cuarentón se acuesta con una cría de 14 años y la conversación que está niña hace, con un diálogo propio de mujer de 30. ¿Por qué? O cómo un sacerdote aprecia la belleza de una cría de 11 años y tiene que desviar la mirada porque se ruboriza. Da un poco de repulsión y bastante rechazo.

Interesante, a momentos un poco lento.

Libro en el que parece tener más relevancia el contexto histórico que los propios personajes, situado en los últimos años de cruel persecución a los cristianos y su posterior consolidación, gracias al apoyo del nuevo emperador. El libro comienza con tres historias de personajes que terminan de algún modo vinculándose o cruzándose. El libro es entretenido y está bien escrito, sin embargo creo que se echan de menos algunos puntos, como por ejemplo me hubisese gustado que se hubieran relatado las batallas, una mayor intimación de Constantino y un mayor nexo en los saltos temporales (algunos de incluso 10 años), no obstante, es una lectura recomendable.

Comparto plenamente lo de las muertes fuera de pantalla o del final abrupto o bien la desaparición de algunos personajes como el caso de Marcelo o Calia que si bien en un comienzo parecían personajes importantes, al pasar la mitad de libro ya comenzaban a desaparecer y su final me pareció abrupto. Sin embargo, recomiendo leerlo de todos modos.

Un tanto desesperante. Los personajes que parece que van a tener cierto protagonismo depronto desaparecen y no volvemos a saber de ellos hasta páginas y páginas mas tarde, a veces ni siquiera por ellos mismos, si no por el narrador o algún otro personaje que los menciona de pasada, otra veces se han muerto "fuera de pantalla" como Galerio. Las escenas dramáticas se evitan de forma absurda (con el juego que hubiera dado el martirio de Eulalia) y otras resultan pobres como la masacre de la iglesia de Nicomedia. Hay algun chispazo, como el enfrentamiento dialéctico entre Diocleciano y Galerio, pero aún esas se acaban viniendo abajo sin conseguir mantener un mínimo de tensión.