En junio del año 1858 venía al mundo María del Reposo, y desde el mismo momento de nacer fue considerada hija natural del XV duque de Alba y de una joven sevillana, doña Josefina Perrier y Calderón de la Barca. La niña nunca fue reconocida, aunque el Duque pronto enviudaría de su esposa, doña Francisca de Montijo. Lejos de cualquier polémica —estéril e innecesaria por el siglo y medio transcurrido desde entonces—, y exponiendo los hechos con el máximo respeto a la Casa de Alba y lo que representa en la Historia de España, Fernando de Artacho desvela en Los otros Alba este episodio casi desconocido de mediados del siglo XIX y qué fue de aquella niña, al tiempo que describe con viva precisión la sociedad de la época.