Mick Hardin, agente de la División de Investigación Criminal del ejército, se encuentra de permiso en su Kentucky natal cuando aparece el cadáver de un hombre en el centro del pueblo. Se trata de Cabronazo Barney, el traficante de heroína local, asesinado a tiros sin que nadie haya oído los disparos. La policía, convencida de que no es más que un asunto de drogas, pone poco empeño en la investigación. Sin embargo, Shifty Kissick, la madre de Barney, no opina lo mismo y le pide a Mick que averigüe quién mató a su hijo. Mick, que debería estar recuperándose del atentado con explosivos que sufrió en Afganistán, decide investigar el caso para impedir que se produzcan más muertes. Cuando aparezca otro cadáver e intenten matar a Mick, este se verá envuelto en una espiral de violencia y venganza que perturbará la aparente paz de los cerros. Segunda entrega de la trilogía protagonizada por Mick Hardin, Los hijos de Shifty es una novela negra rural sobre un lugar perdido en los Apalaches y sus gentes.