Es un relato breve aunque intenso, en el que se narra una tarde en la vida de Elisa Allen, una mujer fuerte y trabajadora, con un don especial para las plantas. Elisa se dedica a cuidar su jardín mientras está atenta a todo lo que sucede en el rancho de su marido.
Me encanta como está escrito, las descripciones tan realistas, la sencillez y delicadeza de su prosa… Leo, en la contraportada y en otros medios, que la protagonista se cuestiona su condición de mujer. Lo he leído un par de veces, y lo hace de manera tan simbólica y sutil que se podría leer casi sin darse uno cuenta. Es cierto que en el relato hay más de lo que dice el texto en sí, y la visita que Elisa recibe, entre otros puntos, sugiere la añoranza de una vida y unas posibilidades de las que si bien es capaz física y mentalmente, no son posibles en la sociedad desigual de los años 30 (siglo XX) que se representa.
Me ha gustado mucho, aunque dedicar un libro a este único relato, como ha hecho Nórdica Libros, me parece algo exagerado, lo veo más para incluirlo en una antología de relatos. No quiero dejar de mencionar las ilustraciones de Carmen Bueno, preciosas, en especial sus crisantemos, al nivel de la excelente prosa de Steinbeck.
hace 8 años
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