Resumen

Los conversos es la historia de la vida del joven Agustín hasta el momento en que se convierte al cristianismo, tal como la cuenta el narrador, Alipio, amigo y discípulo de Agustín. Éste era en esa época la superestrella de Cartago, como orador, filósofo y personaje público. Brillante y discutidor, pensaba libremente y viví a libremente con una amante a la que estaba apasionadamente apegado. Su madre, Mónica, le predicaba la caridad cristiana, pero Agustín se sentía atraído por las enseñanzas de los maniqueos. Rex Warner describe un mundo en el que hay todavía ciudadanos romanos, como el acaudalado Pretextato y su esposa, ejemplos de virtud pagana, muy racionales en sus discursos, pero que profesan una religión empapada de la sangre de los sacrificios. Comparada con la cultura de Roma, la cristiandad parece casi iletrada, aunque insista en llamarse a sí misma la voz de la verdad. Las discusiones de Agustín y sus amigos están en muchos sentidos más cerca de nuestra propia época que muchas disputas de siglos posteriores. Rex Warner describe sus escenas con tal inteligencia y simpatía que releyendo las Confesiones después de Los conversos uno siente que no ha depreciado el material ni las ideas de las que nació la tremenda autobiografía de Agustín.