Un poco decepcionada, dado que esperaba un poco más de intriga y de trama policial. La parte positiva es que narra cómo los ciudadanos griegos han vivido la crisis desde el principio; y que en ciertas ocasiones leer este libro ha sido como pasarse por Atenas con Charistos: barrio por barrio y calle por calle, junto con los clichés que les acompañan... Sin embargo, se me ha hecho bastante pesado debido a los recurrentes comentarios politicos y recortes. Aún dudo si seguir o no con trilogia...

El planteamiento, aunque bastante inconcebible en la vida real, tiene su gracia y sirve al propósito de poner en primer plano la crisis de deuda soberana griega, que es el aspecto más destacable del libro porque, como novela negra, es más flojo. Por ejemplo, no hay apenas investigación ni sospechosos en un supuesto asunto de trascendencia nacional que debería tener movilizado a medio país. Y como lector, la historia, que tiene su gancho inicial, hacia la mitad del libro empieza a perder fuelle y con un desenlace sin tampoco demasiado brillo.

Tan ingenioso como el anterior, el primero de la trilogia de la crisis "Con el agua al cuello": al tiempo que el comisario Kostas Jaritos investiga una serie de asesinatos, Markaris nos hace una radiografía del momento actual en la sociedad griega, en particular de Atenas. Muy meticuloso en la descripción de la orografía ateniense, la trama no decae en ningún momento.

Esta bien, pero se le nota demasiado sus inclinaciones políticas de izquierdas al autor. Prefeiro que sea el lector el que decida por donde se tuerce en la política, aunque viviendo en Grecia uno le comprende.

Lo que tiene de genial la novela es la radiografía que hace de la crisis actual, con diálogos que mantienen la sonrisa y, a veces, hasta la risa, pero que también contiene una visión mas pesimista que en su anterior novela, que se refleja en esta frase: "El estado griego es la única mafia que ha ido a la quiebra". Una novela genial salpicada de denuncia política, social y, sobre todo, moral. Muy recomendable.