1945: la guerra ha terminado, y algunos alemanes deben huir del país. Tras un viaje agotador, un hombre llega a un antiguo monasterio franciscano que se alza frente a los Dolomitas. Allí hallará refugio y también sellará un pacto.
Más de una década después, el doctor Quirke es «un animal herido» que se ha mudado a casa de su hija Phoebe tras la trágica muerte de su mujer. Cuando en un garaje de Dublín aparece el cadáver de la joven estudiante judía Rosa Jacobs, todo parece apuntar a un suicidio, pero Quirke y el inspector Strafford —que se enfrentan a su primer caso juntos—sospechan que se trata de un crimen, al igual que la hermana de la víctima, una periodista que se une a la búsqueda de la verdad y zarandea el corazón del patólogo. Mientras las relaciones entre los dos investigadores se vuelven cada vez más tensas, el misterio se agudiza cuando descubren los vínculos de Rosa con el hijo de una acaudalada familia alemana que se mudó al condado de Wicklow tras la Segunda Guerra Mundial y tiene negocios en Israel. ¿Podrán unir las piezas del rompecabezas oculto?