Llena de un corrosivo sarcasmo, es una obra en la que destaca una incesante voluntad de moralizar, es una historia rematada con una moraleja. Un científico al que un hecho casual le hace merecedor de un asombroso y prodigioso descubrimiento, no es escuchado en su propuesta de mesura, ponderación y prudencia, y será victima propiciatoria de su propio descubrimiento accidental. Oportuna de la literatura de comienzos del siglo veinte, propia de la literatura emergente en la omnipresencia del estado soviético de la cultura bolchevique, que siempre está presente de modo implícito. Entretenida, tal vez inteligente para cuando fue escrita.
hace 10 años