Durante unas vísperas navideñas, la extraña muerte del dueño de un castillo, caído desde su torre de locura y ensimismamiento, conmueve La calma de una aldea escocesa.
Como un rompecabezas, el caso se va resolviendo pieza a pieza con la intervención de distintos personajes. Un zapatero, un joven con ambiciones literarias, un abogado de dudosa eficacia y un sagaz oficial inglés participan de la investigación que oculta disputas familiares, muertos que vuelven y un amplio abanico de temperamentos neuróticos.
Michael Innes ofrece a sus lectores una muy especial pieza de la literatura policial que mezcla los elementos góticos con los propios de la novela de enigma y un agudo sentido del humor.
"No era probable que Ranald Guthrie, a menos que estuviera borracho o realmente loco, o que caminara en sueños o hipnotizado, hubiera caído por accidente. Expectativa; miedo, humores negros, ratas sabias, muerte violentar; la suma de eso daba una respuesta inequívoca: sospecha."