Buddy es un buen perro. Tras la búsqueda de sus propósitos de vida por medio de distintas reencarnaciones, está seguro de haber encontrado una nueva vida que lo completa. Mientras observa con curiosidad a la pequeña Clarity -un bebé que siempre está haciendo peligrosas travesuras-, está convencido de que es la niña ideal para esta nueva etapa. Cuando Buddy reencarna una vez más, descubre que tiene un nuevo destino. Es feliz porque vuelve a ser adoptado por Clarity, ahora una enérgica y problemática adolescente. De pronto los separan, y Buddy se pregunta quién se encargará de cuidarla.