La puta de Babilonia, como llamaban los albigenses a la Iglesia de Roma segœn la expresión del Apocalipsis, saca a la luz el voluminoso sumario de los crímenes perpetrados en nombre de Cristo por su Iglesia desde el año 323 en que, apoyada por el emperador Constantino, pasó de víctima a victimaria.
Con el correr de los años esta Iglesia afianz— su poder mandando a la hoguera a quienes disentían de sus opiniones o se oponían a su dominio acusándolos de herejía, en tanto el Papa de turno juntaba bajo su triple tiara el poder temporal y espiritual y se declaraba Pontífice Máximo y Vicario de Cristo en la Tierra. Ya en nuestros días Juan Pablo II dedicó sus últimos años de pontificado a pedir perdón por un centenar de esos crímenes.
Con gran rigor histórico y académico, Fernando Vallejo desenmascara una fe dogmática que durante mil setecientos años ha derramado la sangre de los hombres y los animales invocando la entelequia de Dios o la extraña mezcla de mitos del Oriente que llamamos Cristo, cuya existencia real nadie ha podido probar. Una obra que desmitifica y agrieta los pilares de una institución tan arraigada en nuestro mundo actual.