Sevilla, 1911. Han pasado nueve años desde que Trinidad viajó a la ciudad para descubrir la historia de su familia, ligada a las míticas vajillas de La Cartuja. Instalada de nuevo en Inglaterra y volcada en su labor como ceramista, recibe una carta de la marquesa de Pickman, la propietaria de la fábrica de loza, que la hará regresar al lugar que marcó su vida.
La propuesta es participar en el gran proyecto que hará brillar la ciudad como nunca: la construcción de la plaza de España, donde deberá trabajar mano a mano con el ambicioso arquitecto Aníbal González. Este enorme desafío artístico llevará a Trinidad desde las aristocráticas fiestas en el palacio del Real Alcázar hasta los humildes talleres de Triana, haciendo que su destino se vea zarandeado por la lucha de clases y el amor de dos hombres.