Impecable novela sobre el Japón antiguo, sus costumbres, sus dioses y sus personas, tanyo las de abolengo, como las humildes.
hace 6 añosJapón, año 1100. Al borde del río Kusagawa hay una pequeña aldea conocida más allá de sus fronteras por ser la encargada de surtir los estanques de la ciudad imperial de las carpas más hermosas. Pero este año el diestro pescador que lleva a cabo tal tarea ha muerto, y su joven viuda es la única que tal vez podría reemplazarlo. Así, reclutada por el director de la Oficina de Estanques y Jardines, y cargando sobre sus frágiles hombros una pértiga de la que cuelgan los cestos donde rebullen los peces, Miyuki emprende un largo viaje en el que deberá afrontar amenazas y monstruos -humanos y acuáticos-, y demorarse en posadas de té en las que no se vende precisamente té. Una vez en la corte imperial, con la misma inocencia con la que ha conocido el sexo y el engaño, y vestida con doce kimonos de seda, será la insospechada protagonista del concurso anual de perfumes convocado por el emperador con el tema de «una doncella cruzando un puente luna entre dos neblinas». El premio Goncourt Didier Decoin ha investigado doce años la cultura nipona para escribir esta novela, deudora de los clásicos orientales y de la picaresca, que embriaga los sentidos del lector.
Impecable novela sobre el Japón antiguo, sus costumbres, sus dioses y sus personas, tanyo las de abolengo, como las humildes.
hace 6 años