Descubro con este libro a Javier Tomeo y, con él una novela corta (su corte habitual) de clara influencia kafkiana y de estilo directo al lector (al que a veces toma incluso como interlocutor). Una novela (de fácil teatralización) y de mensaje nítido y crítico. Parece necesario leer otras obras de Tomeo y apreciarlas como un todo de claro sentido contestario (la edad de ambos no permite hablar de influencia de Saramago pero sí de un perfil análogo).
hace 15 años