La escritora española Cristina Arroyo González regresa al panorama literario con su segunda novela La higuera del infierno, haciéndose eco de su gran talento como escritora y reafirmando así su decisión de abandonar su carrera profesional en post de la dedicación a la literatura.
Ambientada en una pequeña localidad de provincias, La higuera del infierno se presenta como un apabullante thriller lleno de intriga, dinamismo y un profundo juego psicológico del que el lector no podrá escapar tras ponerse en manos de una trama que dirige por diversos e inesperados caminos hasta un sorprendente e inesperado final.
Con una narrativa inteligente, fluida, intrigante y directa, Cristina capta la atención del lector prácticamente desde la primera página. Sus capítulos breves, las precisas descripciones, los entretenidos diálogos y la intensidad en la acción crean un conjunto en el que cada elemento es indispensable para entender la narración.
A pesar de que la historia se retrasa un poco en su inicio, es interesante entender cómo la autora utiliza esos primeros capítulos para contextualizar, en pormenorizado, la construcción de su universo y los personajes que intervienen en él. Esto permite que el lector sea capaz de comprender la psique de su protagonista, René, e iniciarse en un proceso de empatía hacia él a través de algunos momentos de introspección y análisis, tanto de la situación como de sí mismo.
Sin embargo, la autora no solo muestra a René en su complejidad, sino que utiliza a todos y cada uno de sus personajes para acceder de un modo más insondable a la trama aportando información sobre el caso. Cada uno de los interventores aportan los datos necesarios para cumplir con su papel, a pesar de que no exista una profundidad psicológica de los mismos.
El comprender y sumergirse en la relación entre dichos personajes es indispensable para la novela, especialmente en el caso de René con la inspectora Laia, ya que ambos ofrecen distintas visiones del suceso que con el avance en la lectura se van complementando a la perfección, haciendo que su conjunto de lugar a una visión global del contexto.
Los temas que se tratan son delicados, mas la autora trabaja sobre ellos con gran respeto y sensibilidad, logrando, sin pretenderlo, generar cierta concienciación sobre ellos. Los más destacados son la salud mental, el suicidio, el abuso o la injusticia social.
He de confesar que la novela me ha sorprendido muy gratamente, no solo por lo sugerente de la trama sino porque desde la primera página me he sentido atrapada en un juego en donde mi mente era agente activo al ir formulando y deshaciendo hipótesis cada poco capítulos, manteniendo así mi interés y el deseo por descubrir al culpable, haciéndome disfrutar el proceso con una narración tan sencilla como profunda.
Por todo ello, y sin duda alguna, recomiendo abiertamente La higuera del infierno a todo aquel que desee evadirse con un adictivo thriller repleto de intriga, acción y tensión que te mantiene en vilo hasta su última frase. (Marisa Costa, 12 de diciembre de 2023)
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