En los años ochenta España se convirtió—en virtud de su proceso de apertura al exterior—en un banco de ensayos donde confluyeron las doctrinas y experimentos vigentes en el resto del mundo. Fue un momento clave en el proceso de apertura del país a Europa, un importante paso hacia delante que Eduardo Punset revisa con afecto en este libro. «En contra de lo que dicen muchos observadores—reflexiona Punset—, nuestro problema no es convencer a los europeos de que hagan tal o cual cosa, sino asumir que nos toca a nosotros cambiar nuestra manera de ser y de proceder. Veintiséis años después es exactamente lo mismo que está ocurriendo ahora.»