Dada la autentica devoción y respeto que siento por el Sr. Punset, empecé a leer este libro con muchas ganas, depositando en él unas espectativas que, sinceramente, no han sido satisfechas. Ahora bien, dicho esto, tengo que reconocer que a lo mejor soy yo, como modesto lector, el que no ha estado a la altura de este libro. Tratándose de quien se trata, por aquello de que creo que Punset se merece una segunda oportunidad, me he propuesto releerlo con calma y entonces valorarlo con sinceridad. Hasta entonces, omito mi voto.
hace 12 años