Por hacer una incursión a un nivel muy profundo en el pensamiento y la psicología de la sociedad de nuestros días, La Cuestión 106, va dirigida a ese hombre que trabaja, que ama, que odia, que se relaciona, que envidia, que vive en comunidades de vecinos, que habla por teléfono hasta dormido, que escribe correos de forma compulsiva, que cuenta con neveras de última generación totalmente vacías, que tiene ocios y negocios, que no dispone de tiempo alguno, al que le da igual lo que haga su vecino, que corre, que vuela, que ha cambiado la bañera por platos de ducha rápida, que se alimenta de comida rápida, que deglute información de forma rápida, que se desenvuelve de forma rápida, que vive en la incertidumbre del sustento, pero que no por todo ello ha dejado de pensar.
hace 12 años