A sus 33 años, soltera y económicamente independiente, la detective Mei Wang se mueve en un Pekín donde la desigualdad entre pobres y ricos aumenta cada día y donde todos rivalizan por el poder o el dinero. Un Pekín post olímpico, ajetreado, ruidoso, muy rico y corrupto en el que Mei conoce por casualidad a un joven abogado que le encarga la investigación de un caso para una empresa que fabrica píldoras capaces de curar los corazones rotos: los dueños han contratado sus servicios para que se investigue qué está pasando con su dinero... Mientras, un inspector procedente de un departamento del gobierno se presenta en su despacho con la orden de cerrarle la agencia de detectives.