Jamás olvido una cara, es un thriller muy actual cuya trama se teje en torno a las políticas de las multinacionales farmacéuticas. La acción se desarrolla en un viejo mercante, el Marco Polo, un barco que parece transportar supervivientes "náufragos de diferentes tempestades", que emprenden un viaje desde Barcelona hasta la India y en el que sólo hay dos salidas: la muerte o enfrentarse al propio destino.