En 1984, Cléo tiene apenas trece años y sueña con ser bailarina profesional. Su vida da un vuelco cuando una mujer misteriosa aparece en uno de sus entrenamientos y le ofrece ser candidata para una beca. Tras la idea de un futuro prometedor no había más que una red de abuso de menores. Cléo, además de ser víctima de dichos abusos, es manipulada para atraer a otras niñas deseosas de acceder a esa supuesta beca, una tapadera de la peor de las pesadillas.
Años después, Cléo —que trabaja como bailarina en los populares espectáculos de variedades— continúa cargando con el dolor, la vergüenza y la culpa. Especialmente por su silencio, que llevó a otras niñas a su mismo destino. La autora nos muestra la evolución de Cléo, así como la de otra de las víctimas, a través de los años: ninguna de ellas quedaría indemne a su paso por aquella supuesta fundación.
Lafon, por otro lado, trata de poner en valor los espectáculos de variedades: detrás de ellos se encuentran grandes bailarinas que realizan importantes sacrificios por su carrera profesional mientras muestran su mejor sonrisa sobre el escenario.
Zozobrar perturba y emociona. Es una ventana al sufrimiento y la pérdida de inocencia de tantas niñas, que se convertirían en mujeres lastradas por el terrible daño padecido en su infancia por parte de personas sin ningún escrúpulo. Se trata de una lectura áspera y dolorosa, pero escrita de manera pulcra y bella. (Ana Rayas, 2 de noviembre de 2021)