Siento no compartir el entusiasmo de la crítica precedente. Me parece un libro bastante denso, sin duda interesante por lo que respecta a la historia de Israel así como los fragmentos más narrativos pero no tanto en la parte más descriptiva y, por ejemplo, los detalles literarios, que resultan algo pesados para los legos en cuestión y donde la profusión de páginas y su carácter no lineal no ayudan. Reconozco que me ha costado un poco.

odavía deslumbrado por la lectura de “Una historia de amor y oscuridad” de Amos Oz, decido copiar una cita de la Repubblica, que aparece en la contraportada: “Si solo le quedasen dos días de vida, leer este libro sería la única cosa que podría hacer antes de morir sin ningún tipo de remordimiento”. A mi me tomó el doble de días, y aquí sigo, conmovido, emocionado, perturbado, enternecido, sacudido por el libro que retrata la infancia del autor en las décadas de 1940 y 1950; pero también el exterminio y el surgimiento del Estado Judío; la mezcla de lenguas, nacionalidades, culturas e ideologías que le dieron forma. “Una historia de amor y oscuridad” es el legado autobiográfico de Amos Oz y es una gran obra, divertida, interesante, conmovedora, tierna y trágica, pero sobre todo, intensa e inmensa. Oz relata su niñez en Jerusalén al final del Mandato Británico en Palestina y los años tempranos del Estado de Israel, junto a sus años adolescentes en el Kibbutz Hulda. Cuando era niño, su camino se cruzó con prominentes figuras de la sociedad Israelí, como Shmuel Yosef Agnon, Shaul Tchernichovsky, y David Ben-Gurion. Uno de sus profesores fue la poetisa israelí Zelda. Contada en un estilo no-lineal, la historia de Oz se entrelaza con historias de las raíces Europeas de su familia; así, Amos nos narra los orígenes de su familia, abarcando hasta 4 generaciones llenas de personajes interesantes, cultos, estudiosos, soberbios, egocéntricos y estrafalarios, donde sobresale su madre, una mujer bella y melancólica que le inculcó el amor a la literatura con improvisados relatos en las horas previas al sueño, pero que una noche de enero de 1952 se quitó la vida con una sobredosis de barbitúricos, muerte, que al leer "Una historia de amor y oscuridad", escrita 50 años después, vibramos y nos acongojamos con el dolor que Amos, deja libremente traslucir. Me faltan palabras. Si la consiguen, léanla, Es una verdadera historia de amor y oscuridad.

Algunos trozos son de una delicadeza y una dulzura que conmueve y el texto en su conjunto permite hacerse una idea del contexto histórico en que se gestó la creación del Estado Hebreo. Excelente libro.

Recopilación de recuerdos de infancia, y recuento de la historia de una familia que huyó del antisemitismo europeo a la incipiente Israel. Amos Oz nos depara un libro divertido al contarnos sus ocurrencias de «niño loco», emotivo al evocar la figura de su madre (que se suicidó cuando el autor contaba doce años), y que da cuenta de cómo era Jerusalén en los tiempos de la creación del Estado hebreo.

Libro muy muy recomendable por lo que tiene de ternura, historia de un pueblo magnifico, y por la erudicion con la que esta escrito. No tengo palabras para recomendarlo. Cuando lo ley me causo esa sensacion de que estas leyendo algo realmente bueno, escrito con sinceridad y ternura. Impresiona que alguien pueda contar esas intimidades con la necesidad que el autor muestra. En definitiva, de lo mejor que se ha escrito a nivel internacional en los ultimos 20 años.