La inocencia de un niño.
El sacrificio de una madre.
La valentía de un apóstol.
El relato de un cronista.
La palabra del Hijo del Hombre.
Jerusalen, siglo I. Con tan solo nueve años, Jacob quedó marcado por aquella mirada. El niño, primogÉnito del líder de los zelotes, no pudo evitar ser testigo y sufrir la pasión y el padecimiento de Jesús de Nazaret.
Ya han pasado cuarenta años y los tiempos de los milagros resuenan en la lejanía. Las facciones judías están más separadas y radicales que nunca. El comandante Tito Flavio Vespasiano tiene sitiada la ciudad y quiere aplastar la revuelta. Y mientras los ciudadanos inocentes esperan un baño de sangre, un Jacob adulto, instruido en el arte de la guerra, tendrá que decidir que camino seguir ante la masacre que se avecina: tomar las armas siguiendo los pasos de su padre o intentar salvar uno de los textos más importantes de la humanidad.
Christian Gálvez describe con grandeza y sensibilidad una época marcada por la diversidad étnica, política y religiosa.