San Juan de la Cruz es un gran poeta místico español, exponente máximo del auge lírico-religioso. Su obra supone el punto final, en madurez insuperable, del misticismo y apunta directamente a la abstracción temática. Destaca la armonía de su verso, la cadencia y tensión espiritual que por su perfección sólo admite comparación con la de Fray Luis de León.