Algunos relatos están ambientados en un entorno con claro trasfondo musical, como el Londres de principios de los sesenta, el Madrid de la Movida o el festival de Woodstock. Otros, sin embargo, son más imprevisibles, como una residencia geriátrica o las aulas de primaria de un colegio. Nos enfrentaremos a un asesino en serie que deja pistas musicales junto a sus víctimas y seguiremos el rastro de Elvis para averiguar si vive aún. Viajaremos a un futuro en el que la música está prohibida, desentrañaremos el misterio oculto tras una canción y viviremos de nuevo el confinamiento que trajo el covid.Con gran diversidad en los argumentos y en la manera de abordarlos, en sus páginas de lectura ágil y cuidada documentación encontraremos comedia, acción, aventuras… y rock’n’roll.Un libro así tiene que «sonar» y por eso incluye una lista de reproducción con las melodías que recorren su interior. Lo disfrutarás seas o no aficionado a la música, porque la vida es rock’n’roll, es agitación, diversión y emociones. Y eso es lo que se desprende de estos relatos.