Llegué al libro motivada por su fama en redes sociales. El postureo lector publicaba la foto de la portada en sus tablones para dejar claro haberse subido al carro de la moda librera. Pensé que estaba tardando en tenerlo entre mis manos. Comencé su lectura con ese cosquilleo de emoción que desatan los libros que uno ansía. Pero duró poco. Quizás habría que seguir leyendo, adentrarse en la trama para encontrar ese bocado dulce que todos prometían. Error. En definitiva, libro flojito, trama insulsa que nunca llega a enganchar. Falta de verosimilitud. Bravo por el trabajo de marketing y publicidad pero no. No es el libro del año. Ni del verano. Es sólo uno más. Next.
hace 5 años