Alientos refinados por el amor, la soledad, la violencia y la obsesión, que germinan con voluptuosa musicalidad. Fracasos, frustraciones y desengaños, marcados por el compás desorbitado de un metrónomo que no cesa ni un instante de sonar. Adolescencia, locura, alcohol, depresión, sensibilidad... Miedos atrapados por los muros despechados que provoca la pasión ansiosa disfrazada de inseguridad . Carson McCullers derrocha en estos cuentos el tesón y el talento que da la verdadera genialidad. Poquitos escritores tienen la fuerza poética y el instinto colorista, para reflejar tan objetivamente la naturalidad.
hace 8 años