A nivel mundial, citar las de Agatha Christie como las novelas policiacas con las que todos empezamos a leer es un lugar común desde hace décadas. En España, el nombre de Alicia Giménez Bartlett y de su inspectora Petra Delicado ostenta el mismo papel entre quienes recuerdan sus primeras lecturas del mismo género pero de autores nacionales. A lo largo de toda la serie de novelas de la ya clásica inspectora, la autora de Almansa ofrece como puntos predecibles su fina ironía en boca de Petra y Fermín Garzón, su lugarteniente de siempre en cada una de sus obras. En más de una entrevista, Giménez Bartlett ha señalado con acierto que la novela policiaca tiene la ventaja de poder introducir, como subtramas, elementos de otros géneros, algo que la veterana autora consigue de forma lograda sin hacer perder por ello la atención del lector. En “Mi querido asesino en serie”, varias mujeres con características comunes aparecen asesinadas en la Barcelona previa a la pandemia del coronavirus, y con esa excusa se disecciona con dignas pretensiones de antropólogo las lacras morales de nuestra sociedad. La reciente publicación de “Sin muertos”, una novela sobre la vida de Petra Delicado al margen de su labor policial, y de “La presidenta”, novela policiaca con otros protagonistas, hace pensar que Giménez Bartlett ha decidido poner fin a la saga. Petra Delicado quedará para la posteridad, en los anales de los personajes icónicos de la novela policiaca española, a la altura del Carvallo de Vázquez Montalbán o el Plinio de García Pavón. www.antoniocanogomez.wordpress.com
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