José Manuel Castro nace en pleno corazón de la España profunda de principios de los cincuenta, en el seno de una familia de las que entonces se denominaban pudientes. Su mente inquieta y el desarraigo familiar que supone el internado, le hace adentrarse en la búsqueda de respuestas que el sistema establecido no le da. Eso le creará una eterna crisis existencial y un cambio radical en su escala de valores, que pasarán del catolicismo más recalcitrante a posturas cercanas al marxismo. La llegada a la universidad, en una época convulsa como pocas, lo reafirma más en su toma de conciencia y en la postura a adoptar, alejándose cada vez más de esa otra España de la que forman parte tanto su familia como la mujer que ama. Su trayectoria pasará por todo el periplo que marcó a una generación que luchó por la libertad por encima, a veces, de la propia vida. Desde la HOAC, a movimientos como los de los curas obreros, pasando por los más underground que empezaban a llegar de Europa. La novela hace un recorrido por una época que no por cercana es menos desconocida. Es una buena oportunidad, para a través de nuestro pasado más reciente, intentar comprender nuestro presente.