Eugenio de Ochoa forma parte de esos secundarios que componen el telón de fondo del ambiente cultural de una época y que tejen las redes entre los creadores y el público. Este libro estudia su figura desde una perspectiva contextualista a través de dos grandes líneas de análisis: Ochoa como hombre de letras y Ochoa como mediador cultural. Se han priorizado estas dos facetas de su actividad porque permiten entender al escritor en su contexto histórico y literario, inserto en unas redes de relaciones culturales y en unos procesos de intercambio de ideas en distintos ámbitos. En este sentido, su trayectoria nos revela el lugar del escritor en la sociedad burguesa por medio de cuestiones como su forma de vida, su horizonte de expectativas, sus relaciones sociales o su interés por el debate acerca de la propiedad literaria. Por otra parte, su trabajo nos permite valorar la importancia de los mediadores culturales como vehículos para la comunicación de conocimientos y saberes. En definitiva, lo que se va a encontrar el lector en este libro es el análisis de las prácticas del mundo artístico y literario español del siglo XIX, pues a través de ellas se evidencian las pautas que modelaron un entorno en el que no había reglas escritas y que se hallaba en proceso de modernización tras el reinado de Fernando VII.